Redacción
El domingo 19 de mayo el Monumental Reloj de Pachuca lució rodeado de una multitud vestida con ropa de color blanco y rosa, esto en el marco de la marcha ciudadana denominada “Marea rosa”, —cuyo evento principal se dio en la plancha del zócalo en la Ciudad de México— y que fue replicada en diversas plazas de ciudades principales en todo México.
Desde las 9:30 de la mañana dominical se comenzó a congregar una notable cantidad de personas, a las 10 en punto de la mañana, desde un aparato de sonido que estaba instalado en la pérgola del reloj, se avisó a los asistentes que el evento comenzaría a las 11 en punto con el discurso de uno de los oradores invitados, y que posteriormente se iba a proyectar el discurso de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien sería la encargada de llevar el discurso en la Ciudad de México.
Mientras se llegaba la hora del inicio, continuó la afluencia de personas a la plaza del Reloj, familias completas compuestas de hombres, mujeres y niños, adultos mayores y hasta familias con sus mascotas, llegaban caminando o en bicicleta, en patineta o patín, todos buscando un lugar con sombra, un helado o nieve de algún puesto aledaño, pues el calor comenzaba a ascender. Otros precavidos hacían uso de sombrillas, gorras y abanicos y hasta bancos portátiles.
En punto de las 11 comenzó el orador principal a dar un discurso ante una multitud formada por aproximadamente un millar de personas. Frente a él, había más de 200 sillas ocupadas por el mismo número de ciudadanos y unas 500 personas de pie que ondeaban banderas blancas y rosas algunas de ellas incluían consignas a favor de la candidata de “Fuerza y corazón por México” mientras que un contingente compuesto por unas 150 personas más se acercaba a la plaza.
Aproximadamente a las 11:15 de la mañana, la multitud presente y atenta fue llamada al lugar de encuentro (frente a la pérgola o kiosko del reloj) para presenciar el discurso de la candidata presidencial. A través de la pantalla que reflejaba un zócalo capitalino repleto de personas vestidas de rosa y blanco y en un vaivén de banderas, se transmitió el mensaje principal del movimiento “Marea rosa”.
Al concluir el mensaje remoto, el orador tomó la palabra y agradeció a los asistentes, mismos que poco a poco se fueron retirando del sitio y se fueron disgregando por las angostas calles del centro de la ciudad para continuar con su domingo familiar.
Al final, la imponente Torre del reloj Monumental lució sobrio, casi vació a la espera de nuevos turistas y visitantes locales que día a día pasean alrededor de sus majestuosas fachadas.
