Frente a un año atípico ocasionado por la sequía, en este periodo de primavera-verano se espera que inclusive la Producción para el Bienestar no se alcance como en años previos. Incluso en estos meses, los agricultores han enfrentado limitaciones para el cultivo del cempasúchil.
Desde el 29 de septiembre, como cada año, los pobladores se preparan para realizar las primeras ofrendas a San Miguel Arcángel, lo que es considerado la antesala de la fiesta mayor de la Huasteca, el Xantolo de Día de Muertos.
Pero este año, a diferencia de años anteriores, las flores de caléndula no aparecieron en la mayoría de los altares, ya que los residentes del municipio de Jaltocán y algunos productores rurales dijeron que no hubo cosecha debido a la sequía.
Los agricultores suelen estar acostumbrados a que las primeras lluvias y la preparación del suelo comiencen en mayo, ya que la primera siembra es en junio y se sigue en el ciclo primavera-verano, pero este año no llovió, el clima fue seco y los cultivos no crecieron.
Israel Ángeles Estrada, subcoordinador técnico del Programa de Producción para el Bienestar en la entidad, destacó que cultivos como el maíz, frijol, cítricos y la flor de muerto son los cultivos más afectados.
Debido a la carencia de lluvia, en el caso de los cítricos no amarró la floración por lo que las flores no maduraron y como resultado repercutió en la producción de miel de naranja, la cual también es muy baja.
El funcionario estatal mencionó, “En el maíz, los que se adelantaron a sembrar en las primeras lluvias del mes de mayo no obtuvieron producción; los que esperaron lluvias a partir de junio y julio ya no sembraron, por lo tanto, no se contará con esa producción”, mencionó el funcionario estatal.
Explicó que los frijoles sembrados en agosto llamados “caxtilan” o “de surco” tampoco han logrado germinar.
Israel Ángeles enfatizó que la situación es grave para los agricultores que viven en su mayoría de productos agrícolas y están tratando de salvar su producción.
Recomendó a la población en general a no regatear los productos del campo, que con mucho esfuerzo fueron obtenidos por los agricultores de la Sierra y Huasteca, y quienes acuden al tianguis todos los días a vender sus productos.