Por: Brenda Ponce
El cortisol es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales, ubicadas en la parte superior de cada riñón. Es conocida como la “hormona del estrés” porque se libera en respuesta a situaciones de tensión o peligro. Sin embargo, su función va mucho más allá de simplemente ayudarnos a enfrentar el estrés.
El cortisol es esencial para nuestra supervivencia y cumple un papel crucial en diversas funciones del cuerpo, como:
● Regulación del metabolismo: ayuda a regular el uso de grasas, proteínas y carbohidratos.
● Respuesta inmunológica: controla la inflamación y regula la respuesta del sistema inmune.
● Estado emocional: está vinculado con la ansiedad y la depresión.
● Sueño y vigilia: contribuye a regular el ciclo de sueño y vigilia.
● Adaptación al estrés: nos ayuda a responder ante situaciones estresantes o de peligro.
● Control de la inflamación: previene enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación.
● Regulación del azúcar en la sangre: mantiene estables los niveles de glucosa.
El lado oscuro del cortisol
Los niveles elevados de cortisol pueden causar aumento de peso, especialmente en la zona abdominal, así como problemas de sueño, fatiga, ansiedad y depresión. También incrementan el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión u osteoporosis.
Causas del aumento del cortisol
● Estrés crónico
● Falta de sueño
● Dieta deficiente en nutrientes
● Falta de ejercicio

Efectos del cortisol en el cuerpo
● Sistema cardiovascular: eleva la presión arterial y el riesgo de enfermedades del corazón.
● Sistema inmunológico: debilita las defensas y aumenta la susceptibilidad a infecciones.
● Sistema metabólico: altera el metabolismo, favoreciendo la obesidad y la diabetes.
Cómo reducir el cortisol
● Practicar técnicas de manejo del estrés como meditación o yoga.
● Realizar ejercicio con regularidad.
● Mantener una dieta equilibrada y nutritiva.
● Dormir lo suficiente para favorecer la recuperación y el bienestar.

Efectos psicológicos del cortisol
A nivel psicológico, el cortisol influye significativamente en la experiencia emocional y el bienestar mental.
● Estrés y ansiedad: se libera ante el estrés percibido, generando tensión emocional.
● Regulación emocional: niveles elevados dificultan el manejo de emociones y aumentan el riesgo de trastornos.
● Memoria y cognición: afecta procesos como la concentración y la memoria.
● Resiliencia: una buena gestión del estrés puede moderar su impacto negativo.
● Interacción con neurotransmisores: influye en sustancias como la serotonina y la dopamina, relacionadas con el estado de ánimo.
Conclusión
La relación entre el cortisol y los procesos psicológicos muestra la importancia de
comprender la conexión entre lo biológico, lo emocional y lo ambiental en el bienestar y la
salud mental.