Planificar el éxito

Planificar el éxito

Por: Zaira Valeria Hernández Martínez

La vida cotidiana está llena de demandas, responsabilidades y compromisos que pueden hacernos sentir que el tiempo nunca es suficiente. Sin embargo, la clave para enfrentar estos desafíos radica en una adecuada organización y planificación. Tener el control de nuestro tiempo no solo mejora nuestra productividad, sino que también reduce el estrés y nos permite equilibrar mejor nuestra vida personal y profesional.


Herramientas y métodos para gestionar el tiempo
Para administrar el tiempo de manera eficiente, es fundamental contar con herramientas y
métodos que faciliten la organización de tareas. Existen diversas estrategias que pueden
ajustarse a las necesidades de cada persona. Algunas de las más efectivas son:

  1. La regla del 80/20 (Principio de Pareto): Este principio sostiene que el 80% de los resultados provienen del 20% de los esfuerzos. Aplicarlo implica identificar y priorizar aquellas tareas que generan el mayor impacto.
  2. Método Pomodoro: Consiste en dividir el tiempo de trabajo en intervalos de 25
    minutos, llamados pomodoros, seguidos de breves descansos. Esta técnica mejora la
    concentración y evita la fatiga mental.
  3. Matriz de Eisenhower: Ayuda a clasificar las tareas según su urgencia e importancia, lo que permite enfocarse en lo verdaderamente relevante y delegar o posponer aquello que no requiere atención inmediata.
  4. Técnica del time blocking: Consiste en asignar bloques de tiempo específicos para realizar determinadas actividades, evitando interrupciones y distracciones.
  5. Regla de los dos minutos: Si una tarea puede completarse en menos de dos minutos, lo mejor es hacerla de inmediato en lugar de posponerla. Las herramientas digitales y análogas son aliadas clave para una buena planificación. La elección dependerá de las preferencias personales, pero lo importante es ser constante en su uso.

Uso de calendarios, agendas y apps para no dejar escapar nada.

  • Calendarios: Utilizar un calendario, ya sea físico o digital, permite visualizar los
    compromisos y distribuir las actividades de manera eficiente. Google Calendar,
    Outlook o Apple Calendar son opciones populares que permiten programar
    recordatorios y compartir eventos.
  • Agendas: Muchas personas preferimos anotar sus pendientes en una agenda física, lo
    que les ayuda a recordar y estructurar sus días de manera más tangible.
  • Aplicaciones de gestión del tiempo: Existen diversas apps diseñadas para mejorar
    la organización, como Todoist, Trello o Notion, que permiten listar tareas, asignar
    prioridades y dar seguimiento a proyectos.
  • Notas y recordatorios: Herramientas como Evernote, Google Keep o incluso notas
    adhesivas físicas son muy útiles para recordar detalles importantes.
    Implementar estas herramientas y métodos requiere disciplina, pero con el tiempo, se
    convierten en hábitos que facilitan la vida diaria. La clave no es llenar cada minuto con
    actividades, sino aprender a distribuir el tiempo de forma inteligente y efectiva.

  • Consejos prácticos para madres jóvenes
    Ser madre es un desafío que implica un sinfín de responsabilidades. Para que la organización del tiempo sea efectiva, es importante considerar estrategias adaptadas a esta etapa de la vida:
  • Establecer rutinas flexibles: Nuestros niños pueden ser impredecibles, por lo que, en lugar de una planificación rígida, es mejor estructurar el día con bloques de tiempo adaptables. Yo, por ejemplo, establezco tiempos para pendientes en la universidad, realizando tareas, al mismo tiempo que él para su escuela o cuando estudio para exámenes, tomo un momento justo después de que mi hijo se va a dormir para mayor concentración.
  • Priorizar tareas según energía y disponibilidad: Aprovechar los momentos de mayor energía, para las actividades más demandantes. Por ejemplo, nosotros al levantarnos tenemos establecido ambos automáticamente tender nuestras camas, eso nos da ese “punch” de energía para no volver a la cama, e iniciar con orden nuestras actividades antes de salir de casa.
  • Delegar responsabilidades: Pedir ayuda no es una debilidad. Ya sea con nuestros propios hijos, quien cuente con pareja, familiares o una red de apoyo, compartir tareas permite evitar la sobrecarga.
  • Planificar comidas y compras: Ahorrar tiempo en la cocina es clave. Elaborar un menú semanal y hacer compras con lista evita el estrés diario de decidir qué cocinar.
  • Tiempo para una misma: Aunque la maternidad demande atención constante, reservar al menos 10-15 minutos al día para un momento de autocuidado es fundamental para el bienestar emocional.
  • Integrar el juego y el aprendizaje en la rutina: Aprovechar las tareas domésticas para involucrar a nuestros niños. Desde pequeños, pueden ayudar a ordenar juguetes o participar en actividades del hogar de forma lúdica.

La organización y la planificación no solo benefician a la madre, sino a toda la familia. La clave está en adaptar las herramientas disponibles a las circunstancias personales, mantener la flexibilidad y recordar que cada pequeño avance es un logro en la construcción de un equilibrio saludable entre la maternidad y nuestra vida cotidiana.

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