Quién no ha escuchado en su colonia o barrio al pregonero, personaje que compra fierro viejo, colchones o estufas que no sirven, al de la esquina que vende esquites, al peluquero del barrio; al zapatero que usa todavía la suela de contiorte para reparar el calzado del caballero o tacón de la dama; al talabartalero que repara el cinturón cada que suben o bajan de peso o le da su teñida a la chamarra de cuero o piel para lucir como nueva, y que decir del puesto de chalupas y pambazos que arremete por el olfato hasta salivar; a la costurera que le da vuelta al cuello de la camisa cuando éste ya está luido; cantinas y pulcatas que aún los sábados hacen enchilones y juegan rayuela; los vendedores de tiliches, fierros viejos, discos de vinil, herramientas que se ponen en tianguis o mercados, los puestos de tamales y sus tortas que cualquier familia hidalguense disfruta en sus reuniones o al vendedor ambulante hace su parada obligada para seguir su ruta.
En esta sección vamos a tratar de explicar los motivos naturales de lo que es un mercadeo tradicional o popular, sus bondades culturales y el por qué de su éxito económico con su intuición y sobre todo “ganas de salir adelante”.
Los tamales de La Villita.
Con más de 45 años, se han posicionado en una avenida principal a lado de una panadería de las más longeva y la Iglesia tradicional donde se venera a la Virgen de Guadalupe.
¿Por qué ha permanecido por muchos años?, ¿A qué se debe su éxito?
A continuación trataremos de explicar unos puntos que considero son relevantes para su éxito:
1.- Avenida principal, la avenida Juárez es la que divide a la antigua ciudad y es la de las más importantes, esto le genera afluencia natural (tráfico peatonal y vehicular)
2.- Generadores de tráfico, la panadería tradicional, de las primeras en Pachuca y La Iglesia de la Villita una de las más visitadas y con una tradición dentro de las familias pachuqueñas, estos comercios garantizan que un número considerable de personas pasan por su negocio y puede provocar la “venta por impulso”.
3.- Consumo grupal, esta experiencia de compra simultáneo y de impulso, quiere decir que las familias pachuqueñas tiene el hábito de consumo, los tamales en cada festividad, sábados y domingos, cuando van a misa compran su pan y sus tamales para acompañar su desayuno o cena.
4.- Cuentan con sus pregoneros itinerantes, que con su cartulina improvisada llaman a los autos que pasan dando un servicio integral, cobran y te dan tu pedido.
5.- El más valioso en lo que se refiere a la comida, costo beneficio, su sabor no ha cambiado, sigue conservando la calidad a un precio razonable que puede comprar cualquier familia o persona de cualquier nivel socioeconómico.
Como pueden notar, los comercios populares y que se creen que no cuentan con un buen marketing, pues en muchas ocasiones pueden sorprendernos y darnos una cátedra de marketing.