En Tula de Allende, Hidalgo, un grupo de ciudadanos indignados tomó las instalaciones de la alcaldía para exigir la devolución de 1.6 millones de pesos que presuntamente fueron desviados de la cuenta de la Comisión de Agua y Alcantarillado del Municipio de Tula de Allende (CAPyAT). Los manifestantes alegan que este dinero fue recaudado para pagar recibos de agua, pero nunca fue transferido al organismo responsable de suministrar agua potable en la Unidad Habitacional Pemex.
Una de las afectadas explicó que los vecinos habían pagado sus recibos de agua en la tesorería municipal. Sin embargo, el dinero recaudado nunca llegó a las arcas de CAPyAT, lo que ha provocado que el organismo no pueda cumplir con la instalación de tomas domiciliarias ni con la entrega de los contratos respectivos. Según los manifestantes, estos pagos fueron realizados durante la administración del exalcalde Manuel Hernández Badillo, y ahora los ciudadanos exigen saber dónde está el dinero.
Los colonos explicaron que pagaron alrededor de tres mil pesos cada uno para obtener sus contratos de agua. Más tarde, en enero, realizaron un segundo pago de 218 pesos directamente al organismo de CAPyAT. A pesar de estos pagos, la Comisión de Agua no ha cumplido con la instalación de las tomas de agua ni con la entrega de los contratos, alegando que los fondos no ingresaron a sus cuentas.
La situación ha generado gran malestar entre los vecinos, quienes se sienten engañados y frustrados. Frente a la presidencia municipal, los manifestantes exigieron una solución inmediata al problema. La Contraloría municipal recomendó al Ayuntamiento restituir el monto desviado, pero durante una sesión de cabildo extraordinaria, los munícipes decidieron no aprobar la modificación al presupuesto y enviaron el asunto a comisiones, lo que ha aumentado la indignación de los ciudadanos.
En respuesta, los manifestantes decidieron cerrar ambos accesos a la alcaldía, permitiendo únicamente la salida de otros ciudadanos que no estaban involucrados en la protesta. Además, advirtieron que, si no se les da una respuesta favorable, no permitirán la salida de los funcionarios y amenazaron con bloquear las carreteras el día siguiente. Aunque permitieron que el alcalde saliera, ya que afirmó tener una reunión importante en Pachuca, los ciudadanos dejaron claro que no se rendirán hasta que se les devuelva su dinero.
Esta situación pone en evidencia la desconfianza de los ciudadanos hacia las autoridades locales y la gestión de los recursos públicos. Los afectados exigen no solo la devolución de su dinero, sino también una mayor transparencia y responsabilidad en el manejo de los fondos municipales.