Este domingo, Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”, rindió protesta como dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cargo que ocupará por los próximos cuatro años. Junto a Carolina Viggiano, quien continuará como secretaria ejecutiva del Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Moreno extendió su liderazgo, y no descartó la posibilidad de buscar un nuevo periodo de reelección. Con 440 votos a favor y solo ocho en contra, la dirigencia de Moreno y Viggiano se prolongará hasta 2028, un movimiento que ya se había anticipado con la modificación de los estatutos del partido para permitir la reelección de las dirigencias tanto a nivel nacional como estatal.
Carolina Viggiano ha mantenido un rol destacado dentro del PRI, y para cuando concluya este periodo, habrá estado al frente del partido por cerca de 11 años. A pesar de las derrotas que ha sufrido el PRI en su estado natal, Hidalgo, donde perdió tanto la elección a la gubernatura como a la senaduría, Viggiano sigue siendo una figura central en la estructura del partido.
En su mensaje tras rendir protesta, Alejandro Moreno subrayó que su reelección fue el resultado de un proceso “abierto, transparente, incluyente y en igualdad de circunstancias”. Destacó que el PRI está entrando en una fase de profunda reflexión, con el objetivo de no repetir errores pasados y de reconectar con la ciudadanía. Según Moreno, estas reformas son esenciales para la supervivencia y el fortalecimiento del partido.
Moreno no escatimó críticas hacia la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, describiendo su gestión como “trágica” para México. Señaló que el país enfrenta una serie de desafíos graves, como la violencia extrema, la inseguridad, y la crisis en los sistemas de salud y educación. También criticó el estancamiento en sectores clave como el turismo y la manufactura, y expresó su preocupación por los retrocesos en áreas como los derechos humanos, la transparencia y la rendición de cuentas. Sin embargo, también manifestó que no se puede prejuzgar el próximo gobierno, dejando la puerta abierta a la posibilidad de que se puedan establecer diálogos y colaboraciones constructivas en el futuro.
El llamado a la unidad fue un tema central en el discurso de Moreno. Insistió en que los priistas deben mostrar apertura y tolerancia para construir acuerdos que fortalezcan al partido. Moreno subrayó la importancia de la unidad para superar los desafíos actuales y futuros, afirmando que solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá lograr la “reconstrucción” del PRI. Este enfoque en la unidad refleja una estrategia clara para mantener la cohesión interna del partido en un momento de incertidumbre y cambio.
Además, Moreno aprovechó la ocasión para rechazar la sobrerrepresentación de Morena en el Congreso y criticar las reformas que buscan debilitar los órganos autónomos del país. Expresó su “respaldo absoluto” a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a las instituciones autónomas, incluyendo al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y al Instituto Nacional Electoral (INE). Estas declaraciones demuestran una postura firme del PRI en defensa de la independencia de las instituciones clave del Estado mexicano.
Pese a sus críticas, Moreno aseguró que el PRI seguirá apoyando reformas en materia social que beneficien al pueblo de México. Reconoció que uno de los errores del pasado fue apoyar reformas que alejaron al PRI de la ciudadanía, particularmente en temas sensibles como la reforma educativa. Moreno insistió en que el PRI es un partido progresista y social, comprometido con apoyar programas sociales y políticas que beneficien a la gente.
Durante el evento, Moreno también anunció la creación de seis comisiones que tendrán la tarea de impulsar una reforma integral al partido. Estas comisiones estarán enfocadas en fortalecer la estructura del PRI, modernizar sus estrategias y asegurar su relevancia en el panorama político mexicano. La reforma integral del partido se perfila como una de las prioridades de su liderazgo, con la intención de preparar al PRI para los retos que enfrenta en los próximos años.
El mensaje de Alejandro Moreno refleja un compromiso con la renovación y la defensa de los principios tradicionales del PRI, mientras busca adaptarse a las exigencias de un electorado cambiante. Con su reelección asegurada, Moreno y Viggiano estarán al frente del PRI en un periodo crítico, donde deberán navegar las complejidades de la política mexicana y preparar al partido para las próximas elecciones y desafíos políticos.