Gustavo Tenorio Ortega, regidor del municipio de Tulancingo, Hidalgo, fue víctima de un ataque armado la mañana del día de ayer lunes 10 de junio, resultando herido. El incidente ocurrió cuando llegaba a su despacho jurídico “Tenorio y Asociados”, ubicado en la calle Independencia de la colonia Centro, a dos cuadras del jardín La Floresta. Al ser agredido, el funcionario fue atendido por personal de la Cruz Roja y trasladado a una clínica particular, donde se confirmó que presentaba al menos cuatro disparos en las extremidades.
Testigos narraron que al menos dos sujetos a bordo de motocicletas participaron en el atentado, uno de los cuales huyó en dirección al Río Tulancingo. Aunque el ataque se llevó a cabo a plena luz del día, las razones detrás del mismo aún son inciertas, generando especulaciones entre los presentes sobre si se trató de un asalto o un ajuste de cuentas. Gustavo Tenorio, al escuchar las detonaciones, logró resguardarse en el interior de su despacho antes de recibir auxilio médico.
A pesar de la gravedad de sus heridas, el regidor se encuentra fuera de peligro y permanece bajo atención médica en una clínica particular del municipio. La agresión motivó a las autoridades a desplegar un operativo para localizar y detener a los responsables. Hasta el momento, solo se ha encontrado una motocicleta abandonada en el Sendero Intermunicipal de Movilidad Alterna, la cual tenía un reporte de robo.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. Mientras tanto, la comunidad de Tulancingo permanece en alerta y se esperan más detalles sobre el avance de las investigaciones.
Además del impacto directo sobre la víctima y su entorno, este violento episodio tuvo repercusiones en la administración local. La Sesión Pública Solemne del Ayuntamiento de Tulancingo, en la que se tomaría protesta de ley al suplente a la presidencia municipal tras el fallecimiento del titular, Jorge Márquez Alvarado, fue suspendida debido a los acontecimientos. Esta interrupción subraya la gravedad del ataque y sus consecuencias sobre la gobernabilidad en el municipio.
La comunidad y las autoridades continúan en un estado de expectación y preocupación, esperando que se haga justicia y se recupere la seguridad en Tulancingo. Este ataque a un funcionario público no solo resalta la vulnerabilidad de los servidores públicos, sino también la urgente necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en la región.
