Por: Mauricio Hernández Sarvide
¿Qué es lo que nos hace aferrarnos a las cosas? ¿Qué es lo que nos hace no solo apegarnos, sino aferrarnos a los recuerdos, a los objetos o incluso a las personas? La respuesta es sencilla: El amor.
UP (2009) es la historia del Sr. Fredricksen, una persona mayor y algo gruñona. Su vida era monótona, ya estaba retirado y su rutina no requería de gran esfuerzo. Se levantaba en las mañanas luego de apagar su despertador y se vestía con camisa y moño. Luego, bajaba, desayunaba e inmediatamente después, se disponía a limpiar su casa, para finalmente ponerse su sombrero, salir a su pórtico y sentarse en su mecedora.
Aunque su vida no siempre fue así. Esta rutina la adoptó después de Ellie. Ellos se conocieron de niños. Ella siempre fue más extrovertida y aventurera. Carl le seguía el paso y fue su gusto por la exploración y la aventura lo que los unió. Pasaban todo el tiempo juntos, se conocieron, se casaron y pasaron la vida amándose. Hasta que ella faltó.
Realizaron casi todos sus sueños, menos uno, el principal: Viajar a Cataratas El Paraíso en Sudamérica. Ellie, soñaba con tener su casa ahí desde pequeña, pero la vida ya no le permitió cumplirlo.
A estas alturas, el desarrollo urbano había alcanzado a su vecindario. Pero Carl Fredricksen era el único que no había vendido su propiedad, a pesar de tener muy buenas ofertas por parte de una constructora. Pero todo cambió el día que agredió a un trabajador con su bastón por dañar sin querer su buzón. Lo declararon una amenaza pública y le fue ordenado retirarse a un asilo.
Pero el Sr. Fue más listo que todos ellos. Uno de sus oficios había sido la venta de globos y, sin que nadie se diera cuenta, ató miles a su chimenea e increíblemente emprendió vuelo hacia Cataratas El Paraíso.
Con todas sus cosas, pero sobre todo con la motivación de cumplirle su sueño a su eterna amada.
¿Por qué tomarse tantas molestias? Pudo haberse retirado al asilo y vivir cómodamente. Pero Carl dijo no. Él quería y sobre todo necesitaba cumplirle a Ellie. Así de grande e inmenso fue su amor.
Sin embargo, no contaba con la presencia de Rusell. Un niño explorador en busca de su última insignia, la de ayuda a los mayores. Y es que Rusell se quedó en su pórtico antes de que se levantara y volara la casa; por consiguiente, se embarcó en su travesía obligada junto al Sr. Fredricksen. No obstante, no fue el único que se sumaría, Doug, el perro y Kevin un ave exótica de las cataratas, se sumaron al viaje.
Carl solo quería aterrizar la casa a lado de las cataratas, pero cuando lo logró y luego de que la mayoría de sus cosas fueran destrozadas por una tormenta, encontró en el libro de aventuras de Ellie un nuevo propósito. Este libro contenía fotos de sus momentos más preciados. La sorpresa del Sr. Fredricksen fue enorme cuando al final, conmovido hasta las lágrimas, encontró una nota que no había visto que decía: Gracias por la aventura, ahora ve y ten una nueva. Carl lo entendió. La vida le había dado una nueva oportunidad presentándole a sus nuevos amigos.
Pasaron mil y una dificultades y aunque Fredricksen fue egoísta con su propósito, tuvo que entender que la prioridad, era otra y que tenía que empezar a vivir de nuevo junto a sus amigos.
Muchas veces aferrarse al recuerdo de alguien es permitir que invada un espacio que ya no le corresponde, el presente. Ellie amó tanto a Carl que le otorgó, aunque no era su consigna, la libertad para darle un nuevo sentido a su vida.
La casa significaba mucho para el Sr. Fredricksen. Pero entendió que, Ellie no habitaba en su casa, sino en su corazón y que, de ahí, no se podía borrar. UP, nos recuerda que el valor que le otorgamos a las cosas es nuestro y que las cosas, siguen siendo cosas. Pero, sobre todo, que es importante hacer espacio para lo nuevo. La vida es inesperada y aferrarse no es opción, por eso es imperativo estar preparado, porque como dicen en la película “La aventura nos aguarda”.
