El 20 de enero de 2025 marcó un giro drástico en la política migratoria de Estados Unidos, cuando Donald Trump asumió por segunda vez la presidencia y ordenó el cierre de la frontera para personas sin documentos. La medida, anunciada desde los primeros minutos de su nueva administración, dejó a miles de migrantes en un estado de incertidumbre y desesperación.
En el puente internacional Paso del Norte, decenas de migrantes que esperaron durante meses una cita para solicitar asilo en Estados Unidos se encontraron con una noticia devastadora: todas las citas agendadas a través de la aplicación CBP One fueron canceladas “hasta nuevo aviso”.
La frustración era palpable entre los migrantes, muchos de los cuales habían pasado la madrugada aguardando su turno para cruzar. Entre lágrimas y expresiones de desconsuelo, la noticia se sintió como un golpe directo a sus sueños de una vida mejor.
CBP One Suspendido
Poco después de la toma de protesta de Trump, el sitio web de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció oficialmente la suspensión de la aplicación CBP One, un sistema que había facilitado la entrada legal de cerca de un millón de personas al país con permisos temporales de trabajo.
El comunicado del CBP indicó:
“A partir del 20 de enero de 2025, las funcionalidades de CBP One, que anteriormente permitían a los extranjeros indocumentados presentar información por adelantado y programar citas en ocho puertos de entrada de la frontera suroeste, ya no están disponibles, y las citas existentes han sido canceladas”.
La cancelación de estas citas dejó a miles de personas en un limbo migratorio, especialmente a aquellos que ya habían iniciado su proceso de solicitud de asilo.

Incertidumbre y Tensión
Aunque en la frontera se reporta una aparente calma, el ambiente está cargado de incertidumbre. La cancelación de las citas mediante CBP One representa un fuerte golpe para las aspiraciones de muchos migrantes, quienes ven truncada la posibilidad de obtener asilo político en Estados Unidos.
En su discurso inaugural, Trump reafirmó su postura de expulsar a las personas indocumentadas que residen en el país, etiquetándolas como “criminales”. Su mensaje ha generado un clima de temor y desesperación entre las comunidades migrantes, mientras el futuro de miles pende de un hilo.