Conocido como el patrono de la esperanza y de las causas imposibles, San Judas Tadeo es venerado ampliamente en México, y el estado de Hidalgo no es la excepción. La devoción al santo se refleja en las innumerables peticiones de trabajo, salud y protección que sus fieles le atribuyen. En este contexto, las reliquias de San Judas están realizando un extenso recorrido por cerca de 70 ciudades y 94 diócesis en todo el país, una gira que comenzó en agosto y concluirá en diciembre de 2024.
En Hidalgo, la esperada recepción de esta reliquia de primer grado será el sábado 23 de noviembre en la Vicaría Santa María Reina, ubicada en la colonia La Calera. Sin embargo, el itinerario continuará durante diciembre, con visitas a diversas parroquias de la Diócesis de Tula.
Fechas y Lugares de la Visita en Hidalgo
Monseñor Juan Pedro Juárez Meléndez, obispo de Tula, detalló las siguientes fechas y lugares donde la reliquia será exhibida:
- Lunes 2 de diciembre: Parroquia de San Antonio de Padua en Jacala de Ledezma y Parroquia de San Juan Bautista en Zimapán.
- Martes 3 de diciembre: Parroquia de San Mateo Apóstol, Huichapan.
- Miércoles 4 de diciembre: Parroquia de San Miguel Arcángel, Ixmiquilpan.
- Jueves 5 de diciembre: Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, Progreso de Obregón.
La reliquia consiste en un fragmento del hueso del brazo del santo, conservado dentro de un relicario, y es acompañada por una imagen sagrada de San Judas Tadeo.
La Importancia de las Reliquias
El obispo de Tula explicó que la veneración a las reliquias es una tradición que data del siglo II. Los primeros cristianos recolectaban los restos de mártires y discípulos de Jesús como una manera de honrar su sacrificio y fidelidad al evangelio.
La Iglesia considera que quienes vivieron una vida de virtudes heroicas y amor al prójimo fueron habitados por la divinidad, lo que otorga un significado especial a las reliquias. Este acto de veneración permite a los fieles conectar con lo sagrado, inspirándose en la vida ejemplar de los santos.
Esta gira representa una oportunidad única para los hidalguenses de reforzar su fe y experimentar un momento de unión espiritual con uno de los santos más venerados de la tradición católica.