Fallece Enrique Bátiz a los 82 años.

Fallece Enrique Bátiz a los 82 años.

El pasado 30 de marzo falleció a los 82 años de edad Enrique Bátiz Campbell. Quien se desempeñaba como Director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Su partida causa un profundo sentimiento en la comunidad de músicos y en el ambiente cultural del Estado de Hidalgo y en el país.

Enrique Bátiz debutó como director en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Es el fundador de la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM), con la que realizó diversas giras. En su trayectoria se encuentra haber sido director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad México.

A lo largo de su carrera, Bátiz dirigió más de 50 orquestas en todo el mundo, incluyendo la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta de París y la Filarmónica de Londres. Sin embargo, su vínculo más estrecho fue con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), donde se desempeñó como director artístico. Bajo su liderazgo, la orquesta no solo floreció musicalmente, sino que también se consolidó como un referente cultural en la región, esforzándose por acercar la música sinfónica a un público más amplio y diverso.

Durante su carrera grabó 162 discos que han recibido numerosos reconocimientos internacionales, como la Obertura 1812, Ernani, Carmen, Rigoletto, El Mesías, Los planetas, Pagliacci, La Traviata, El lago de los cisnes, Madama Butterfly, las nueve sinfonías de Beethoven, las seis de Chaikovski y la obra orquestal de Joaquín Rodrigo, así como el repertorio sinfónico mexicano más representativo.

Entre los premios y reconocimientos que ha recibido se encuentra el Premio Bicentenario del Estado de México por trayectoria y ejemplo musical, Reconocimiento por su contribución y favorecimiento a la cultura musical, conferida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Reconocimiento por su Trayectoria en la Tercera Edición Internacional de Who’s Who of Contemporary Achievement, y el Reconocimiento por su trayectoria internacional otorgada por los Caballeros de la Viña de Plata, entre otros.
Además de sus logros como director, Enrique Bátiz fue un ferviente defensor de la educación musical. Fundó diversas iniciativas educativas para cultivar el talento joven en la música sinfónica, instando a muchas generaciones a seguir sus pasos y a soñar en grande. Su dedicación a la formación de nuevos músicos dejó una impronta indeleble en el ámbito cultural mexicano.


Su enfoque innovador y su capacidad para interpretar obras clásicas y contemporáneas le ganaron el respeto y admiración de colegas y críticos por igual. Bátiz no solo llevó la música a grandes públicos, sino que también se dedicó a la creación de nuevas obras, apoyando a compositores nacionales e internacionales. Esta fusión de pasión y profesionalismo permitió que la música sinfónica en México experimentara un crecimiento sin precedentes durante su mandato.

El legado de Enrique Bátiz perdurará en cada nota interpretada y en cada joven músico que inspire. Su partida deja un vacío en el panorama musical del país, pero su influjo se sentirá en cada rincón de la comunidad artística. Se espera que, en los próximos días, varias instituciones de música y cultura en México honren su memoria, celebrando su vida y su contribución invaluable a la música sinfónica.

La música ha perdido un gran director, pero su espíritu vivirá eternamente en las melodías que nos unieron y en los corazones que él tocó. Descanse en paz, Enrique Bátiz.

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